DIMENSION AFECTIVA
DIMENSIÓN AFECTIVA
La afectividad juega un papel fundamental a la hora de establecer las bases de la personalidad en el periodo de 0 a 6 años. Podemos definir la afectividad como el conjunto de estados afectivos que experimentamos tanto placenteros como desagradables. Estos estados pueden ser emociones, sentimientos o pasiones y pueden experimentarse a nuestro alrededor o en el entorno que nos rodea.
EL DIPUTADO
El apego es el vínculo emocional que se crea por la proximidad en el contacto con las personas del entorno, este vínculo provoca sentimientos de bienestar y seguridad o ansiedad cuando existe una separación con dicha figura de apego.
AUTOCONCEPTO
Se refiere al conjunto de percepciones, actitudes y sentimientos que tenemos sobre nosotros mismos y se desarrolla a partir de la interacción con el entorno social.
AUTOESTIMA
tiene que ver con la valoración positiva o negativa que hacemos de nuestras capacidades y logros.
LAS EMOCIONES
Es un estado afectivo que transforma momentáneamente la estructura psicofísica del individuo y es causado por el sentimiento y el sentimiento es un estado mental afectivo expresado por situaciones vividas, ya sean placenteras o desagradables. Las emociones que expresan los niños son: llanto, sonrisa, alegría, enfado, sorpresa, tristeza, miedo, etc.
En los primeros años de vida es importante establecer una adecuada afectividad en el niño, ya que esto influirá en el desarrollo general del niño, por lo tanto es necesario describir los rasgos de desarrollo que aparecen en las diferentes edades de los niños.
El niño de 0 a 2 años.
- De 1 a 3 meses: el niño reconoce a las personas y les sonríe si dicen algo, estableciendo el vínculo de apego.
- De 3 a 6 meses: expresa y reconoce emociones como alegría, tristeza o enfado.
- De 6 a 9 meses: empieza a interactuar con personas y objetos de su alrededor y empieza a sentir miedo a lo extraño.
- De 9 a 12 meses: la empatía comienza a estar presente, sintiéndose feliz o triste por lo que le sucede a una persona conocida.
- De 12 a 24 meses: comienza a expresar vergüenza o timidez, está en proceso de desarrollo emocional que le ayudará a adaptarse socialmente.
EJEMPLO EXPERIMENTADO
Mis padres me decían que cuando yo era apenas un bebé tenía mucho apego a mi madre, cuando ella salía de casa lloraba mucho y que no podía dormir si ella no estaba, sintiéndome feliz si ella estaba. allí y sintiéndome triste sin ella.
El niño de 2 a 4 años.
-El niño sigue siendo emocionalmente inestable e impaciente, por lo que hace rabietas con facilidad y tiene poca tolerancia a la frustración.
-Empiezan a aparecer emociones de orgullo, culpa, envidia y autoestima.
- Suelen tener miedo a lo desconocido, a los ruidos oscuros.
EJEMPLO EXPERIMENTADO
Una de las experiencias significativas de mi infancia, según cuentan mis padres y mis hermanas, es que mi hermano y yo nos encontramos jugando con una serpiente debajo de un limonero, inconscientemente pensábamos que estábamos jugando felices con un gusano, no era así. No identificamos una serpiente de un gusano, mis padres se asustaron mucho cuando nos encontraron en esta situación porque la serpiente estaba a punto de mordernos.
EL niño de 4 a 6 años
- Aún continúa la fase de egocentrismo, aunque empieza a ser un poco más comprensivo y responsable. A esta edad, está aprendiendo a respetar y comprender las reglas y los límites.
-Tiene dificultad para comprender los sentimientos y necesidades de los demás.
- Comienza el complejo de equipo y Electra, es decir, identificación con el padre si eres niño, o identificación con la madre si eres niña, sintiendo cariño y ternura hacia el otro progenitor.
EJEMPLO EXPERIMENTADO
Crecí en un hogar cristiano, mis padres son creyentes y desde pequeña siempre me han inculcado lo que está escrito en la Biblia, y lo menciono porque la forma en que lo hicieron me hizo amar estas cosas y sobre todo una muy fuerte sentimiento de ternura, tranquilidad admiración, entre otras emociones indescriptibles. Muchos podrán decir que contar historias de la Biblia a un niño puede ser aburrido, que tal vez eso sea para adultos, pero cuando hay un buen mediador cualquier historia es interesante y beneficiosa para un niño.
Recuerdo que me compraron un libro-álbum de cuentos bíblicos para pintar y mientras pintaba me contaban en voz alta lo que pasaba en los cuentos y mientras pintaba y escuchaba iba recreando eso. historia en mi cabeza, para que quedara grabada en mí, donde aprendí a amar a Dios, a amarme a mí mismo y a los demás.
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